
Un catéter doble J es un tipo de tubo hueco y flexible que mide aproximadamente unos 26 a 30cm de largo y unos 2mm de grosor, habitualmente hecho de poliuretano o silicona aunque los hay de otros materiales.
Catéter Doble J (retirado) Catéter Doble J en su empaque
¿Cómo se coloca un catéter doble J?
Suele insertarse endoscópicamente (a través de la uretra se accede a la vejiga con una cámara), dicha camara se denomina cistoscopio, el cual puede ser flexible o rígido, el catéter se asciende de forma retrógrada hasta el riñón, habitualmente bajo control radiologíco con un fluoroscópio para verificar intra-operatoriamente la correcta posición del catéter.


¿Cuándo se coloca un catéter doble J?
Un catéter doble J suele indicarse en caso de obstrucción de la vía urinaria superior (ureterohidronefrosis) objetivado en pruebas de imágen (ecografía o tomografía axial computarizada [TAC]) con o sin otros datos de complicación (infección, dolor incoercible, alteración de la función renal, etc.)

¿Qué es normal sentir con un catéter doble J?
Hay molestias que se consideran normales con un catéter doble J, como los síntomas irritativos similares a la cistitis, sangrado ocasional en la orina (sobretodo tras la actividad fisica), molestias leves en el costado, o dolor en el riñón al orinar (por reflujo a través del catéter).
Sin embargo no se considera normal la presencia de fiebre (igual o mayor a 38ºC) o un aumento significativo de las molestias, que podrían ambas asociarse a una infección urinaria.

Los catéteres doble J se suelen retirar de forma ambulatoria, en las consultas externas con un cistoscopio rígido o flexible y con anestesia local en forma de gel lubricante intrauretral.
El procedimiento dura tan solo 1 o 2 minutos, y aunque es molesto suele ser bien tolerado por la enorme mayoría de los pacientes.
Actualizado: 13/01/2021